Los arrecifes
son un recurso valioso con beneficios inestimables. Muchos países dependen
de ellos para sostener su industria pesquera y su alimentación, ya que sirven
de hábitat para muchas especies marinas de consumo humano con gran importancia
económica. Proveen protección a las costas de la erosión y los embates de
las olas. Son fuente de recreación y estimulan el turismo, atrayendo
millones de buceadores y visitantes por su diversidad, belleza y colorido. En
ellos se encuentran muchos animales que son fuente de alimento de otros
organismos superiores, formando unas redes alimentarias importantes. Los
fragmentos rotos y acumulaciones de sedimentos y arenas calcáreas que se
origina de los propios corales y de los otros organismos con esqueletos
calcáreos suplen a las costas con las arenas blancas de las playas.
Apenas estamos empezando a comprender las
aplicaciones médicas y comerciales que se encuentran allí. A pesar de su
importancia ecológica y su inigualable belleza, están siendo amenazados por las
actividades humanas. Como es el caso de otros ecosistemas debemos aprender a
protegerlos para las generaciones futuras.